En "La casa de Bernarda Alba" se reflejan la España de principios del siglo XX. Testimonio de una sociedad tradicional, hipócrita y religiosa. El amor es un tema secundario, donde la represión y la autoridad sobre la mujer prevalecen. Bernarda Alba simboliza a esa sociedad que valora más las apariencias y el qué dirán que la felicidad y la libertad individual. Lorca crea unas protagonistas femeninas con nombres muy significativos y a través de las cuales explicaba así el fanatismo religioso y la importancia que se le daba a lo que los demás pensaran en la España de aquella época. Finalmente, la libertad encarnada por Adela prevalece como una bandera en el tiempo de su trágico final.