Pío y Antonia, Antonia y Pío analizan y detallan frente al público los sinsabores de su vida conyugal. Antonia, dominada por el desencanto y el horror de no sentirse querida, amada, deseada. Pío porque busca desesperadamente sobrevivir a la rutina, planteando una solución que le convenga…, buscar sexo fuera del matrimonio, sin dejar de querer a su mujer. Ella expropiada de su “ego”, y afligida por sentimientos de culpa. Él busca y encuentra, mientras que ella solo al final -se resigna- a buscarse un amante. A pesar del tema, absolutamente serio, o quizás precisamente por él, el espectáculo está cargado de ironías, de provocaciones a la risa, desarrolladas todas en clave cómica, típicas y grotescas de la situación. En el espectáculo se discute abiertamente en escena, aunque sin abandonar nunca la dimensión teatral y el juego de la ficción, hasta colocar a los espectadores en la condición de poder reflexionar o extraer sus propias conclusiones sobre el caso. La obra hace al espectador cómplice y partícipe, invitándole a reír y reflexionar. ¿Qué límites ponemos a nuestras relaciones? ¿Pueden sobrevivir la libertad y el compromiso individual? ¿La pareja es abierta para los dos cónyuges o sólo para el que empieza primero?